The fight against populism can start from the defeat of Trump

Trump’s defeat must be analyzed on a broader panorama of the US borders, especially from a political point of view we must look at how the unfavorable electoral result for the populist champion can have repercussions at a general level and also in particular in the vast world current, which refers to the values ​​of populism, which, despite being more present in far-right parties and movements, is not the exclusive prerogative of this political party, having followers even in some far-left movements. The first question is whether this defeat can affect future electoral trends in a cascade. A hallmark of Trump in power was that of clearing through customs practically all the politically incorrect and stigmatized attitudes of traditional political forces; however, it must be specified that this trend was already underway and that Trump only had the merit of increasing to previously unknown levels, the ways in which to overcome political taboos, liberalizing ideas and behaviors, which until then were not externalized and practiced precisely for the limits imposed by the current political culture. The growth of a ruling class not sufficiently prepared and detached from the normal political dialectic, because it grew up in social sectors characterized by a limited vision and relative to particular interests, both of an economic and territorial nature, has certainly facilitated the affirmation of populism at the global and this characteristic, combined with a legitimate distrust in traditional political forces even on the part of the electorates who do not like the populist turn, prevents us from thinking that in the short term, there can be a significant contraction in the appreciation of populist values. On the other hand, the opposite aspect is constituted by the capacity of mobilization of the anti-populist forces due precisely to the profound aversion aroused by people like Trump; this aspect, however, signals an intrinsic weakness that the traditional parties will have to overcome already in the immediate future: the inability to arouse consensus on their programmatic aspects, capable for the moment, of gaining even lower consensus than the opposition to populism, capable of to aggregate and bring back to the polls voters of even opposite ideas, such as center right united with the left. On this aspect, the need is highlighted that the leadership of the new American president is not limited to the United States, but can represent an element, on a global level, capable of pulling those progressive forces and that are part of the classic conservatives, which, while maintaining respective differences, come to be able to form a common front against populist ideology. In fact, the reflection must focus on the ability to remain current the causes that favored the development of populism, whose perpetrators are well present in both progressives and conservatives; their work has provided both evident reasons and substantial perceptions for the understandable growth of movements that advocate ideas capable of taking root in social classes tried by the crisis and left outside the productive process and the redistribution of wealth. The deception perpetrated on these sectors of society, unfortunately increasingly vast, has been to foment a struggle between the poor (often with immigration, certainly not regulated, in the crosshairs) capable of diverting attention from the creation of norms capable of favoring large capital to the detriment of the populist voters; we moved on to fighting the large financial agglomerations to encourage the increase in the concentration of wealth. Another aspect is the contempt for the values ​​of civil rights, which leads to an increasingly marked anti-democratic orientation in populist governments: this factor must become a strength in the ability to aggregate anti-populist sentiments, but alone it is not sufficient for a effective and efficient contrast if it is not combined with an improvement in widespread living conditions, both practically and at the perceptual level of the social classes that have embraced populism. Precisely for this reason, Biden’s policy will have to be characterized by reforms capable of interrupting the liking for Trump, who nevertheless took 70 million votes, and, at the same time, influencing the political programs of other world leaders. The challenge of populism has only just begun.

La lucha contra el populismo puede partir de la derrota de Trump

La derrota de Trump debe ser analizada en un panorama más amplio de las fronteras de Estados Unidos, sobre todo desde un punto de vista político debemos mirar cómo el resultado electoral desfavorable para el campeón populista puede tener repercusiones a nivel general y también en particular en la vasta corriente mundial. que se refiere a los valores del populismo, que, a pesar de estar más presente en partidos y movimientos de extrema derecha, no es prerrogativa exclusiva de este partido político, teniendo adeptos incluso en algunos movimientos de extrema izquierda. La primera pregunta es si esta derrota puede afectar las futuras tendencias electorales en cascada. Un sello distintivo de Trump en el poder fue el de eliminar por las costumbres prácticamente todas las actitudes políticamente incorrectas y estigmatizadas de las fuerzas políticas tradicionales; sin embargo, hay que precisar que esta tendencia ya estaba en marcha y que Trump solo tuvo el mérito de elevar a niveles previamente desconocidos, las formas en las que superar los tabúes políticos, liberalizar ideas y comportamientos, que hasta entonces no se exteriorizaban y practicada precisamente por los límites impuestos por la cultura política actual. El crecimiento de una clase dominante no suficientemente preparada y desvinculada de la dialéctica política normal, por haber crecido en sectores sociales caracterizados por una visión limitada y relativa a intereses particulares, tanto económicos como territoriales, ha facilitado ciertamente la afirmación del populismo a nivel mundial. mundo y esta característica, combinada con una legítima desconfianza en las fuerzas políticas tradicionales incluso por parte de los electorados a quienes no les gusta el giro populista, nos impide pensar que en el corto plazo puede haber una contracción significativa en la apreciación de los valores populistas. Por otro lado, el aspecto opuesto lo constituye la capacidad de movilización de las fuerzas anti-populistas debido precisamente a la profunda aversión que despierta gente como Trump; Este aspecto, sin embargo, señala una debilidad intrínseca que los partidos tradicionales tendrán que superar ya en el futuro inmediato: la incapacidad de suscitar consensos en sus aspectos programáticos, capaces por el momento de obtener un consenso aún menor que la oposición al populismo, capaz de para sumar y traer de vuelta a las urnas votantes de ideas incluso contrarias, como centro-derecha unido a izquierda. Sobre este aspecto, se destaca la necesidad de que el liderazgo del nuevo presidente norteamericano no se limite a Estados Unidos, sino que pueda representar un elemento, a nivel global, capaz de tirar de esas fuerzas progresistas y que forman parte de los clásicos conservadores, que si bien mantienen respectivas diferencias, llegan a poder hacer un frente común contra la ideología populista. De hecho, la reflexión debe centrarse en la capacidad de mantener actualizadas las causas que favorecieron el desarrollo del populismo, cuyos perpetradores están bien presentes tanto en progresistas como en conservadores; su trabajo ha proporcionado tanto razones evidentes como percepciones sustanciales para el comprensible crecimiento de movimientos que abogan por ideas capaces de enraizarse en clases sociales probadas por la crisis y dejadas al margen del proceso productivo y la redistribución de la riqueza. El engaño perpetrado a estos sectores de la sociedad, lamentablemente cada vez más vasto, ha sido fomentar una lucha entre los pobres (muchas veces con la inmigración, ciertamente no regulada, en la mira) capaz de desviar la atención de la creación de reglas capaces de favorecer al gran capital en detrimento de los votantes populistas; pasamos a luchar contra las grandes aglomeraciones financieras para fomentar el aumento de la concentración de la riqueza. Otro aspecto es el desprecio por los valores de los derechos civiles, que conduce a una orientación antidemocrática cada vez más marcada en los gobiernos populistas: este factor debe convertirse en una fuerza en la capacidad de agregar sentimientos antipopulistas, pero por sí solo no es suficiente para una contraste efectivo y eficiente si no se combina con una mejora en las condiciones de vida generalizadas, tanto a nivel práctico como perceptivo de las clases sociales que han abrazado el populismo. Precisamente por eso, la política de Biden tendrá que caracterizarse por reformas capaces de interrumpir el gusto por Trump, que sin embargo se llevó 70 millones de votos, y, al mismo tiempo, incidir en los programas políticos de otros líderes mundiales. El desafío del populismo apenas ha comenzado.

Der Kampf gegen den Populismus kann mit der Niederlage von Trump beginnen

Trumps Niederlage muss auf einem breiteren Panorama der US-Grenzen analysiert werden, vor allem aus politischer Sicht müssen wir untersuchen, wie sich das ungünstige Wahlergebnis für den populistischen Champion auf allgemeiner Ebene und insbesondere auf die weite Weltströmung auswirken kann. Dies bezieht sich auf die Werte des Populismus, der, obwohl er in rechtsextremen Parteien und Bewegungen stärker vertreten ist, nicht das ausschließliche Vorrecht dieser politischen Partei ist, die selbst in einigen rechtsextremen Bewegungen Anhänger hat. Die erste Frage ist, ob diese Niederlage zukünftige Wahltrends in einer Kaskade beeinflussen kann. Eine Besonderheit von Trump an der Macht war, dass praktisch alle politisch inkorrekten und stigmatisierten Einstellungen traditioneller politischer Kräfte durch den Zoll geklärt wurden. Es muss jedoch angegeben werden, dass dieser Trend bereits im Gange war und dass Trump nur den Verdienst hatte, auf bisher unbekannte Ebenen zu steigen, die Art und Weise, politische Tabus zu überwinden, Ideen und Verhaltensweisen zu liberalisieren, die bis dahin nicht externalisiert wurden und genau für die Grenzen der gegenwärtigen politischen Kultur praktiziert. Das Wachstum einer herrschenden Klasse, die nicht ausreichend vorbereitet und von der normalen politischen Dialektik losgelöst ist, weil sie in sozialen Sektoren aufgewachsen ist, die durch eine begrenzte Vision und in Bezug auf bestimmte Interessen, sowohl wirtschaftlicher als auch territorialer Natur, gekennzeichnet sind, hat sicherlich die Bestätigung des Populismus an der Die Welt und dieses Merkmal, verbunden mit einem legitimen Misstrauen gegenüber den traditionellen politischen Kräften selbst seitens der Wähler, die die populistische Wende nicht mögen, hindern uns daran zu glauben, dass die Wertschätzung populistischer Werte kurzfristig erheblich schrumpfen kann. Auf der anderen Seite besteht der entgegengesetzte Aspekt in der Fähigkeit zur Mobilisierung der antipopulistischen Kräfte, die gerade auf die tiefe Abneigung zurückzuführen ist, die Menschen wie Trump erregt haben. Dieser Aspekt signalisiert jedoch eine intrinsische Schwäche, die die traditionellen Parteien bereits in naher Zukunft überwinden müssen: die Unfähigkeit, einen Konsens über ihre programmatischen Aspekte zu erzielen, die derzeit in der Lage sind, einen noch geringeren Konsens zu erzielen als die Opposition gegen Populismus die Wähler selbst gegensätzlicher Ideen wie Mitte-Rechts mit der Linken zu aggregieren und zur Wahl zu bringen. In diesem Zusammenhang wird die Notwendigkeit hervorgehoben, dass die Führung des neuen amerikanischen Präsidenten nicht auf die Vereinigten Staaten beschränkt ist, sondern ein Element auf globaler Ebene darstellen kann, das in der Lage ist, diese fortschrittlichen Kräfte anzuziehen, und das Teil der klassischen Konservativen ist, die unter Beibehaltung erhalten bleiben entsprechende Unterschiede werden in der Lage sein, eine gemeinsame Front gegen die populistische Ideologie zu bilden. Tatsächlich muss sich die Reflexion auf die Fähigkeit konzentrieren, die Ursachen, die die Entwicklung des Populismus begünstigten und deren Täter sowohl bei Progressiven als auch bei Konservativen gut vertreten sind, auf dem neuesten Stand zu halten. Ihre Arbeit hat sowohl offensichtliche Gründe als auch wesentliche Wahrnehmungen für das verständliche Wachstum von Bewegungen geliefert, die Ideen befürworten, die in sozialen Schichten Fuß fassen können, die von der Krise versucht wurden und außerhalb des Produktionsprozesses und der Umverteilung von Reichtum liegen. Die Täuschung in diesen Bereichen der Gesellschaft, die leider immer größer wird, bestand darin, einen Kampf zwischen den Armen (oft mit Einwanderung, sicherlich nicht reguliert, im Fadenkreuz) zu schüren, der die Aufmerksamkeit von der Schaffung von Normen ablenken kann, die dazu in der Lage sind die große Hauptstadt zum Nachteil der populistischen Wähler bevorzugen; Wir gingen weiter zum Kampf gegen die großen Finanzagglomerationen, um die Konzentration des Wohlstands zu fördern. Ein weiterer Aspekt ist die Verachtung der Werte der Bürgerrechte, die zu einer zunehmend ausgeprägten antidemokratischen Ausrichtung in populistischen Regierungen führt: Dieser Faktor muss zu einer Stärke in der Fähigkeit werden, antipopulistische Gefühle zu aggregieren, allein reicht er jedoch nicht aus effektiver und effizienter Kontrast, wenn er nicht mit einer Verbesserung der weit verbreiteten Lebensbedingungen verbunden ist, sowohl praktisch als auch auf der Wahrnehmungsebene der sozialen Schichten, die sich dem Populismus verschrieben haben. Gerade aus diesem Grund muss Bidens Politik von Reformen geprägt sein, die die Sympathie für Trump unterbrechen können, der dennoch 70 Millionen Stimmen erhielt und gleichzeitig die politischen Programme anderer Weltführer beeinflusst. Die Herausforderung des Populismus hat gerade erst begonnen.

La lutte contre le populisme peut partir de la défaite de Trump

La défaite de Trump doit être analysée sur un panorama plus large des frontières américaines, surtout d’un point de vue politique il faut regarder comment le résultat électoral défavorable du champion populiste peut avoir des répercussions à un niveau général et aussi en particulier dans le vaste courant mondial, qui renvoie aux valeurs du populisme, qui, bien que plus présent dans les partis et mouvements d’extrême droite, n’est pas l’apanage exclusif de ce parti politique, ayant des adeptes même dans certains mouvements d’extrême gauche. La première question est de savoir si cette défaite peut affecter les futures tendances électorales en cascade. L’une des caractéristiques de Trump au pouvoir était de faire passer par les douanes pratiquement toutes les attitudes politiquement incorrectes et stigmatisées des forces politiques traditionnelles; cependant, il faut préciser que cette tendance était déjà amorcée et que Trump n’avait que le mérite d’augmenter à des niveaux jusqu’alors inconnus, les moyens de surmonter les tabous politiques, de libéraliser les idées et les comportements, qui jusqu’alors n’avaient pas été extériorisés et pratiqué précisément pour les limites imposées par la culture politique actuelle. La croissance d’une classe dirigeante insuffisamment préparée et détachée de la dialectique politique normale, parce qu’elle a grandi dans des secteurs sociaux caractérisés par une vision limitée et relative à des intérêts particuliers, à la fois de nature économique et territoriale, a certainement facilité l’affirmation du populisme à la monde et cette caractéristique, combinée à une légitime méfiance envers les forces politiques traditionnelles, même de la part des électorats qui n’aiment pas le virage populiste, nous empêche de penser qu’à court terme, il peut y avoir une contraction significative dans l’appréciation des valeurs populistes. D’un autre côté, l’aspect opposé est constitué par la capacité à mobiliser des forces anti-populistes en raison précisément de la profonde aversion suscitée par des gens comme Trump; cet aspect signale cependant une faiblesse intrinsèque que les partis traditionnels devront déjà surmonter dans un avenir immédiat: l’incapacité à susciter un consensus sur leurs aspects programmatiques, capable pour le moment, d’obtenir un consensus encore plus faible que l’opposition au populisme, capable de d’agréger et de ramener aux urnes des électeurs d’idées même opposées, comme le centre-droit uni à la gauche. Sur cet aspect, la nécessité est soulignée que le leadership du nouveau président américain ne se limite pas aux États-Unis, mais puisse représenter un élément, au niveau mondial, capable de tirer ces forces progressistes et qui font partie des conservateurs classiques, qui, tout en maintenant les différences respectives, parviennent à pouvoir former un front commun contre l’idéologie populiste. En fait, la réflexion doit se concentrer sur la capacité à rester d’actualité les causes qui ont favorisé le développement du populisme, dont les auteurs sont bien présents tant chez les progressistes que chez les conservateurs; leur travail a fourni à la fois des raisons évidentes et des perceptions substantielles pour la croissance compréhensible de mouvements qui prônent des idées capables de s’enraciner dans des classes sociales éprouvées par la crise et laissées en dehors du processus productif et de la redistribution des richesses. La tromperie perpétrée sur ces secteurs de la société, malheureusement de plus en plus vastes, a été de fomenter une lutte entre les pauvres (souvent avec une immigration, certes non réglementée, dans la ligne de mire) capable de détourner l’attention de la création de normes capables de favoriser le grand capital au détriment des électeurs populistes; nous sommes passés à la lutte contre les grandes agglomérations financières pour encourager une augmentation de la concentration des richesses. Un autre aspect est le mépris des valeurs des droits civils, qui conduit à une orientation antidémocratique de plus en plus marquée dans les gouvernements populistes: ce facteur doit devenir une force dans la capacité à rassembler les sentiments anti-populistes, mais à lui seul, il ne suffit pas contraste efficace et efficient s’il ne s’accompagne pas d’une amélioration des conditions de vie généralisées, à la fois au niveau pratique et perceptif des classes sociales qui ont embrassé le populisme. C’est précisément pour cette raison que la politique de Biden devra se caractériser par des réformes capables d’interrompre le goût de Trump, qui a néanmoins recueilli 70 millions de voix, et, dans le même temps, d’influencer les programmes politiques d’autres dirigeants mondiaux. Le défi du populisme ne fait que commencer.

A luta contra o populismo pode começar com a derrota de Trump

A derrota de Trump deve ser analisada em um panorama mais amplo das fronteiras dos Estados Unidos, sobretudo do ponto de vista político devemos olhar como o resultado eleitoral desfavorável para o campeão populista pode ter repercussões em nível geral e também em particular na vasta corrente mundial, que remete aos valores do populismo, que, apesar de estar mais presente em partidos e movimentos de extrema direita, não é prerrogativa exclusiva deste partido político, tendo adeptos mesmo em alguns movimentos de extrema esquerda. A primeira questão é se essa derrota pode afetar as tendências eleitorais futuras em cascata. Uma marca registrada de Trump no poder foi passar pela alfândega praticamente todas as atitudes politicamente incorretas e estigmatizadas das forças políticas tradicionais; no entanto, é preciso especificar que essa tendência já estava em curso e que Trump só teve o mérito de elevar a níveis até então desconhecidos, as formas de superar tabus políticos, liberalizando ideias e comportamentos, até então não externalizados e praticado justamente pelos limites impostos pela cultura política atual. O crescimento de uma classe dominante não suficientemente preparada e desligada da dialética política normal, porque cresceu em setores sociais caracterizados por uma visão limitada e relativa a interesses particulares, tanto de ordem econômica como territorial, certamente facilitou a afirmação do populismo no global e esta característica, aliada a uma desconfiança legítima nas forças políticas tradicionais mesmo por parte dos eleitorados que não gostam do giro populista, impede-nos de pensar que, a curto prazo, pode haver uma contração significativa na valorização dos valores populistas. Por outro lado, o aspecto oposto é constituído pela capacidade de mobilizar forças antipopulistas justamente pela profunda aversão despertada por pessoas como Trump; este aspecto, no entanto, sinaliza uma fragilidade intrínseca que os partidos tradicionais terão de superar já no futuro imediato: a incapacidade de levantar consensos sobre seus aspectos programáticos, capazes por ora, de obter consensos ainda menores do que a oposição ao populismo, capaz de para agregar e trazer de volta às urnas eleitores de ideias até opostas, como centro-direita unidos à esquerda. Nesse aspecto, destaca-se a necessidade de que a liderança do novo presidente americano não se limite aos Estados Unidos, mas possa representar um elemento, em nível global, capaz de puxar aquelas forças progressistas e que fazem parte dos clássicos conservadores, que, mantendo respectivas diferenças, passam a poder fazer uma frente comum contra a ideologia populista. Na verdade, a reflexão deve centrar-se na capacidade de manter atuais as causas que favoreceram o desenvolvimento do populismo, cujos perpetradores estão bem presentes tanto nos progressistas quanto nos conservadores; seu trabalho forneceu razões evidentes e percepções substanciais para o crescimento compreensível de movimentos que defendem ideias capazes de se enraizar nas classes sociais experimentadas pela crise e deixadas de fora do processo produtivo e da redistribuição da riqueza. O engano perpetrado sobre esses setores da sociedade, infelizmente cada vez mais vastos, tem sido fomentar uma luta entre os pobres (muitas vezes com imigração, certamente não regulamentada, na mira) capaz de desviar a atenção da criação de regras capazes de favorecem o grande capital em detrimento dos eleitores populistas; passamos a combater as grandes aglomerações financeiras para estimular o aumento da concentração de riquezas. Outro aspecto é o desprezo pelos valores dos direitos civis, o que leva a uma orientação antidemocrática cada vez mais marcada nos governos populistas: esse fator deve se tornar uma força na capacidade de agregar sentimentos antipopulistas, mas por si só não é suficiente para um contraste eficaz e eficiente se não for combinado com uma melhoria nas condições de vida generalizadas, tanto na prática quanto no nível perceptual das classes sociais que abraçaram o populismo. Justamente por isso, a política de Biden terá de se caracterizar por reformas capazes de interromper a simpatia de Trump, que ainda assim obteve 70 milhões de votos, e, ao mesmo tempo, influenciar os programas políticos de outros líderes mundiais. O desafio do populismo apenas começou.

Борьба с популизмом может начаться с поражения Трампа

Поражение Трампа необходимо анализировать на более широкой панораме границ США, особенно с политической точки зрения, мы должны смотреть на то, как неблагоприятный результат выборов для популистского защитника может иметь последствия на общем уровне, а также, в частности, на огромном мировом потоке. который относится к ценностям популизма, который, несмотря на то, что он больше присутствует в крайне правых партиях и движениях, не является исключительной прерогативой этой политической партии, имея последователей даже в некоторых крайне левых движениях. Первый вопрос: может ли это поражение повлиять каскадно на будущие электоральные тенденции. Отличительной чертой находящегося у власти Трампа было прохождение через таможню практически всех политически некорректных и стигматизируемых позиций традиционных политических сил; однако необходимо указать, что эта тенденция уже началась и что Трамп имел только заслугу увеличения до ранее неизвестных уровней способов преодоления политических табу, либерализации идей и поведения, которые до этого не были экстернализованы и практикуется именно в рамках ограничений, налагаемых текущей политической культурой. Рост правящего класса, недостаточно подготовленного и оторванного от нормальной политической диалектики, потому что он вырос в социальных секторах, характеризующихся ограниченным видением и относящихся к конкретным интересам, как экономического, так и территориального характера, безусловно, облегчил утверждение популизма на В мире, и эта характеристика в сочетании с законным недоверием к традиционным политическим силам даже со стороны электората, которому не нравится популистский поворот, не позволяет нам думать, что в краткосрочной перспективе может произойти значительное снижение оценки популистских ценностей. С другой стороны, противоположный аспект составляет мобилизационная способность антипопулистских сил именно благодаря глубокому отвращению, которое вызывают такие люди, как Трамп; этот аспект, однако, сигнализирует о внутренней слабости, которую традиционным партиям придется преодолеть уже в ближайшем будущем: неспособность вызвать консенсус по своим программным аспектам, способным на данный момент достичь еще более низкого консенсуса, чем оппозиция популизму, способная на для объединения и привлечения к участию в опросах избирателей даже противоположных идей, таких как правоцентристы, объединенные с левыми. В этом аспекте подчеркивается необходимость того, чтобы руководство нового американского президента не ограничивалось Соединенными Штатами, но могло представлять собой элемент на глобальном уровне, способный притягивать эти прогрессивные силы, которые являются частью классических консерваторов, которые, сохраняя соответствующие разногласия дают возможность выступить единым фронтом против популистской идеологии. Фактически, размышления должны быть сосредоточены на способности оставаться в курсе причин, которые способствовали развитию популизма, виновные в котором присутствуют как в прогрессивных, так и в консервативных сторонах; их работа предоставила как очевидные причины, так и существенные представления для понятного роста движений, которые отстаивают идеи, способные пустить корни в социальных классах, испытанных кризисом и оставленных вне производственного процесса и перераспределения богатства. Обман, совершаемый в отношении этих слоев общества, который, к сожалению, становится все более масштабным, состоит в том, чтобы разжечь борьбу между бедными (часто с иммиграцией, определенно не регулируемой, в центре внимания), способной отвлечь внимание от создания норм, способных отдавать предпочтение большому капиталу в ущерб избирателям-популистам; мы перешли к борьбе с крупными финансовыми агломерациями, чтобы способствовать увеличению концентрации богатства. Другой аспект – неуважение к ценностям гражданских прав, которое приводит к все более заметной антидемократической ориентации популистских правительств: этот фактор должен стать сильной стороной в способности агрегировать антипопулистские настроения, но одного этого недостаточно для эффективный и действенный контраст, если он не сочетается с улучшением широко распространенных условий жизни, как на практике, так и на уровне восприятия социальных классов, принявших популизм. Именно по этой причине политика Байдена должна будет характеризоваться реформами, способными прервать симпатию Трампа, который, тем не менее, набрал 70 миллионов голосов, и в то же время повлиять на политические программы других мировых лидеров. Вызов популизма только начался.

與民粹主義的鬥爭可以從特朗普的失敗開始

必須在更廣闊的美國邊界全景上分析特朗普的失敗,尤其是從政治角度來看,我們必須研究民粹主義冠軍的不利選舉結果如何在總體上,尤其是在當今世界上產生反響,它指的是民粹主義的價值觀,儘管它在極右翼的政黨和運動中更為普遍,但這並不是該政黨的專有特權,甚至在某些極左翼的運動中也有追隨者。第一個問題是這次失敗是否會影響未來的選舉趨勢。特朗普當政的標誌是,通過習俗清除傳統政治勢力幾乎所有在政治上不正確和帶有污名化的態度。但是,必須指出的是,這種趨勢已經在發生,而且特朗普只具有提高到以前未知水平的優點,即克服政治禁忌,自由化思想和行為的方式,在此之前還沒有外化和正是出於當前政治文化所施加的限製而實踐的。統治階級的成長沒有得到充分的準備,也沒有脫離正常的政治辯證法,因為它在具有有限的視野和相對於特定利益的經濟和領土性質的社會部門中成長,這無疑促進了對平民主義的肯定。全球性和這一特徵,再加上對傳統政治力量的合理不信任,甚至是不喜歡民粹主義轉向的選民,也使我們無法想到,在短期內,對民粹主義價值觀的欣賞可能會大大收縮。另一方面,恰恰相反的方面是由於像特朗普這樣的人引起的深刻反感,動員了反民粹力量。但是,這方面表明了傳統政黨在不久的將來必須克服的一個內在弱點:無法在其方案方面就目前有能力引起共識,而與反對民粹主義的能力相比甚至更低。匯總並帶給民意測驗者一些甚至相反的想法,例如中右偏左。在這方面,需要強調的是,新任美國總統的領導不僅限於美國,還可以代表一個在全球範圍內能夠拉動這些進步力量的元素,而這些元素是經典保守派的一部分,而這些保守派卻在保持各自的差異,就可以形成反對民粹主義意識形態的共同戰線。實際上,反思必須集中在保持當前有利於民粹主義發展的原因的能力上,民粹主義的肇事者在進步主義者和保守主義者中都很好地存在。他們的工作為運動的可理解的增長提供了明顯的理由和實質性的理解,這些運動提倡能夠紮根於危機所試行的社會階級,並脫離生產過程和財富再分配的思想。不幸的是,在這些社會階層上所犯下的欺騙,一直是在煽動窮人之間的鬥爭(通常是十字準線的移民,當然是不受管制的移民),這種鬥爭能夠使人們的注意力從制定能夠支持大首都損害民粹主義選民;我們繼續與大型金融集團作鬥爭,以鼓勵增加財富的集中度。另一方面是對公民權利價值觀的蔑視,這導致民粹主義政府的反民主傾向日趨明顯:這一因素必須成為凝聚反民粹情緒的能力的力量,但僅憑這一點還不足以有效的和有效的對比,如果不結合普遍的生活條件的改善,無論是在實踐上還是在接受民粹主義的社會階層的感性層面上的改善。正是由於這個原因,拜登的政策必須以能夠中斷特朗普喜歡的改革為特徵,儘管特朗普已經獲得了7000萬張選票,但同時也影響了其他世界領導人的政治計劃。民粹主義的挑戰才剛剛開始。

ポピュリズムとの戦いはトランプの敗北から始まります

トランプの敗北は、米国国境のより広いパノラマで分析する必要があります。特に政治的な観点から、ポピュリストチャンピオンの不利な選挙結果が一般的なレベルで、特に広大な世界の流れにどのように影響を与える可能性があるかを調べる必要があります。これは、ポピュリズムの価値を指します。ポピュリズムは、極右の政党や運動に多く存在しているにもかかわらず、この政党の独占的な特権ではなく、一部の極左の運動にも信者がいます。最初の質問は、この敗北がカスケードにおける将来の選挙の傾向に影響を与える可能性があるかどうかです。トランプの権力の際立った特徴は、慣習を通じて、伝統的な政治勢力の政治的に不正確で汚名を着せられた態度を事実上すべてクリアすることでした。ただし、この傾向はすでに進行中であり、トランプには、それまで外部化されていなかった政治的タブーを克服し、アイデアや行動を自由化する方法である、これまで知られていなかったレベルにまで増加するメリットしかなかったことを明記する必要があります。現在の政治文化によって課せられた制限のために正確に実践されました。限られたビジョンを特徴とし、経済的および領土的性質の両方の特定の利益に関連する社会的セクターで成長したため、十分に準備されておらず、通常の政治的方言から切り離されていない支配クラスの成長は、確かにでの人口主義の肯定を促進しました世界とこの特徴は、ポピュリストのターンを好まない有権者の側でさえ、伝統的な政治勢力への正当な不信と相まって、短期的にはポピュリストの価値観の評価が大幅に縮小する可能性があると私たちが考えることを妨げています。一方、反対の側面は、トランプのような人々によって引き起こされた深刻な嫌悪のために、反大衆主義勢力を動員する能力によって構成されています。ただし、この側面は、従来の当事者が近い将来にすでに克服しなければならない本質的な弱点を示しています。つまり、今のところ、人口主義への反対よりもさらに低いコンセンサスを得ることができる、プログラム的な側面についてコンセンサスを喚起できないことです。中央右が左と合体するなど、反対の考えでさえ投票者を集めて投票に戻すこと。この側面では、新しいアメリカ大統領のリーダーシップは米国に限定されるものではなく、グローバルレベルで、これらの進歩的な力を引き出すことができ、古典的な保守派の一部である要素を表すことができるという必要性が強調されています。それぞれの違いは、ポピュリストのイデオロギーに対して共通の前線を作ることができるようになります。実際、反省は、その加害者が進歩的で保守的なものの両方によく存在するポピュリズムの発展を支持した原因を最新に保つ能力に焦点を合わせなければなりません。彼らの仕事は、危機によって試みられ、生産プロセスと富の再分配の外に残された社会的階級に根付くことができるアイデアを提唱する運動の理解できる成長の明白な理由と実質的な認識の両方を提供しました。残念ながらますます広大な社会のこれらのセクターで行われた欺瞞は、可能性のあるルールの作成から注意をそらすことができる貧しい人々(しばしば移民、確かに規制されていない、十字線で)の間の闘争を助長することでした大衆の有権者に損害を与えるために大資本を支持する。私たちは、富の集中の増加を促進するために、大規模な金融の集積との戦いに移りました。別の側面は、市民権の価値に対する軽蔑であり、これは、ポピュリスト政府におけるますます顕著な反民主主義的方向性につながります:この要因は、反ポピュリスト感情を集約する能力の強みになる必要がありますが、それだけでは十分ではありませんポピュリズムを受け入れてきた社会的階級の実際的および知覚的レベルの両方で、広範な生活条件の改善と組み合わされない場合、効果的かつ効率的なコントラスト。まさにこの理由のために、バイデンの政策は、それにもかかわらず7000万票を獲得したトランプの好みを妨害することができ、同時に他の世界の指導者の政治プログラムに影響を与えることができる改革によって特徴付けられる必要があります。ポピュリズムの挑戦はまだ始まったばかりです。

يمكن أن تبدأ المعركة ضد الشعبوية من هزيمة ترامب

يجب تحليل هزيمة ترامب من خلال بانوراما أوسع لحدود الولايات المتحدة ، خاصة من وجهة نظر سياسية يجب أن ننظر في كيف يمكن أن يكون للنتيجة الانتخابية غير المواتية للبطل الشعبوي تداعيات على المستوى العام وأيضًا بشكل خاص في تيار العالم الواسع ، وهو ما يشير إلى قيم الشعبوية ، والتي ، على الرغم من تواجدها بشكل أكبر في الأحزاب والحركات اليمينية المتطرفة ، ليست من الامتيازات الحصرية لهذا الحزب السياسي ، الذي له أتباع حتى في بعض الحركات اليسارية المتطرفة. السؤال الأول هو ما إذا كانت هذه الهزيمة يمكن أن تؤثر على الاتجاهات الانتخابية المستقبلية في سلسلة. كانت السمة المميزة لترامب في السلطة تتمثل في التخليص الجمركي عمليا لجميع المواقف السياسية غير الصحيحة والوصمة للقوى السياسية التقليدية ؛ ومع ذلك ، يجب تحديد أن هذا الاتجاه كان جاريًا بالفعل وأن ترامب كان لديه ميزة الارتقاء إلى مستويات غير معروفة سابقًا ، وهي الطرق التي يمكن من خلالها التغلب على المحظورات السياسية ، وتحرير الأفكار والسلوكيات ، والتي لم تكن حتى ذلك الحين خارجة أو خارجية. تمارس على وجه التحديد للحدود التي تفرضها الثقافة السياسية الحالية. إن نمو الطبقة الحاكمة غير المعدة بشكل كافٍ ومنفصلة عن الديالكتيك السياسي العادي ، لأنها نشأت في قطاعات اجتماعية تتميز برؤية محدودة وتتعلق بمصالح معينة ، ذات طبيعة اقتصادية وإقليمية ، قد سهل بالتأكيد تأكيد الشعبوية في هذه الخاصية العالمية ، جنبًا إلى جنب مع عدم الثقة المشروع في القوى السياسية التقليدية حتى من جانب الناخبين الذين لا يحبون التحول الشعبوي ، يمنعنا من التفكير في أنه على المدى القصير ، يمكن أن يكون هناك تقلص كبير في تقدير القيم الشعبوية. من ناحية أخرى ، يتشكل الجانب المعاكس من قدرة تعبئة القوى المناهضة للشعبوية على وجه التحديد بسبب النفور العميق الذي يثيره أشخاص مثل ترامب ؛ ومع ذلك ، يشير هذا الجانب إلى ضعف جوهري يتعين على الأحزاب التقليدية التغلب عليه بالفعل في المستقبل القريب: عدم القدرة على إثارة توافق في الآراء بشأن جوانبها البرنامجية ، القادرة في الوقت الحالي ، على الحصول على إجماع أقل حتى من معارضة الشعبوية ، القادرة على لتجميع وإعادة الناخبين الذين لديهم أفكار معاكسة ، مثل يمين الوسط المتحد مع اليسار إلى صناديق الاقتراع. في هذا الجانب ، يتم التأكيد على الحاجة إلى أن قيادة الرئيس الأمريكي الجديد لا تقتصر على الولايات المتحدة ، بل يمكن أن تمثل عنصرًا ، على المستوى العالمي ، قادرًا على جذب تلك القوى التقدمية والتي هي جزء من المحافظين الكلاسيكيين ، والتي مع الحفاظ الخلافات الخاصة ، لتكون قادرة على تشكيل جبهة مشتركة ضد الإيديولوجية الشعبوية. في الواقع ، يجب أن يركز التفكير على القدرة على أن تظل حاضرًا للأسباب التي فضلت تطور الشعبوية ، التي يتواجد مرتكبوها جيدًا في كل من التقدميين والمحافظين ؛ قدم عملهم أسبابًا واضحة وتصورات جوهرية للنمو المفهوم للحركات التي تدافع عن أفكار قادرة على التجذر في الطبقات الاجتماعية التي جربتها الأزمة وتركت خارج العملية الإنتاجية وإعادة توزيع الثروة. كان الخداع الذي تم ارتكابه على هذه القطاعات من المجتمع ، والذي يزداد اتساعًا للأسف ، هو إثارة صراع بين الفقراء (غالبًا مع الهجرة ، وبالتأكيد غير المنظمة ، في المرمى) القادرة على صرف الانتباه عن إنشاء قواعد قادرة على تفضيل رأس المال الكبير على حساب الناخبين الشعبويين ؛ انتقلنا لمحاربة التكتلات المالية الكبيرة لتشجيع زيادة تركيز الثروة. جانب آخر هو ازدراء قيم الحقوق المدنية ، مما يؤدي إلى توجه واضح بشكل متزايد ضد الديمقراطية في الحكومات الشعبوية: يجب أن يصبح هذا العامل قوة في القدرة على تجميع المشاعر المناهضة للشعبوية ، ولكنه وحده لا يكفي ل التناقض الفعال والفعال إذا لم يقترن بتحسين في الظروف المعيشية على نطاق واسع ، عمليًا وعلى المستوى الإدراكي للطبقات الاجتماعية التي احتضنت الشعبوية. لهذا السبب بالتحديد ، يجب أن تتميز سياسة بايدن بإصلاحات قادرة على مقاطعة إعجاب ترامب ، الذي حصل مع ذلك على 70 مليون صوت ، وفي نفس الوقت التأثير على البرامج السياسية لقادة العالم الآخرين. لقد بدأ تحدي الشعبوية للتو.

Dalla sconfitta di Trump può partire la lotta al populismo

La sconfitta di Trump deve essere analizzata su di un panorama più ampio dei confini statunitensi, soprattutto dal punto di vista politico si deve guardare a come il risultato elettorale sfavorevole al campione del populismo possa avere ripercussioni a livello generale ed anche particolare nella vasta corrente mondiale, che si richiama ai valori del populismo, che, pur essendo maggiormente presente nei partiti e movimenti di estrema destra, non è di esclusivo appannaggio di questa parte politica, avendo seguaci anche in alcuni movimenti di estrema sinistra. Il primo interrogativo è se questa sconfitta possa influire, a cascata, sulle tendenze elettorali future. Un tratto distintivo di Trump al potere è stato quello di sdoganare praticamente tutti gli atteggiamenti politicamente scorretti e stigmatizzati dalle forze politiche tradizionali; deve essere però specificato che questa tendenza era già in atto e che Trump ha solo avuto il merito di aumentare a livelli fino ad allora sconosciuti, le modalità con cui superare i tabù politici, liberalizzando idee e comportamenti, che fino ad allora non erano esternate e praticate proprio per i limiti imposti dalla cultura politica vigente. La crescita di un ceto dirigente non sufficientemente preparato e avulso dalla normale dialettica politica, perché cresciuto in settori sociali caratterizzati da una visione limitata e relativa ad interessi particolari, sia di natura economica, che territoriale, ha certamente facilitato l’affermazione del populismo a livello mondiale e questa caratteristica, unita ad una legittima sfiducia nelle forze politiche tradizionali anche da parte degli elettorati che non gradiscono la svolta populista, impedisce di pensare che nel breve periodo, si possa verificare una contrazione significativa del gradimento dei valori populisti. D’altra parte l’aspetto contrario è costituito dalla capacità di mobilitazione delle forze anti populiste dovuto proprio alla profonda avversione suscitata da personaggi come Trump; questo aspetto, però, segnala una debolezza intrinseca che i partiti tradizionali dovranno superare già nell’immediato futuro: l’incapacità di suscitare consenso circa i loro aspetti programmatici, capaci per il momento, di riscuotere consensi ancora inferiori rispetto alla contrarietà al populismo, capace di aggregare e fare ritornare alle urne elettori di idee anche opposte, tipo centro destra unita con la sinistra. Su questo aspetto si evidenzia la necessità che la leadership del nuovo presidente americano non sia limitata agli Stati Uniti, ma possa rappresentare un elemento, a livello mondiale, capace di trainare quelle forze progressiste e che fanno parte dei conservatori classici, che, pur mantenendo le rispettive differenze, arrivino ad essere in grado di fare fronte comune contro l’ideologia populista. In effetti la riflessione deve vertere sulla capacità di rimanere attuali le cause che hanno favorito lo sviluppo del populismo, i cui responsabili sono ben presenti sia nei progressisti, che nei conservatori; il loro operato ha fornito sia ragioni evidenti, che percezioni sostanziali per la comprensibile crescita di movimenti che propugnano idee capaci di attecchire su ceti sociali provati dalla crisi e lasciati al di fuori del processo produttivo e della redistribuzione della ricchezza. L’inganno perpetrato a questi settori della società, purtroppo sempre più vasti, è stato quello di fomentare una lotta tra poveri (spesso con l’immigrazione, certamente non regolata, nel mirino) capace di distogliere l’attenzione della creazione di norme capaci di favorire i grandi capitali a discapito proprio degli elettori dei populisti; si è passati a combattere i grandi agglomerati finanziari per favorire l’incremento della concentrazione della ricchezza. Un altro aspetto è il dispregio dei valori dei diritti civili, che porta ad un indirizzo antidemocratico sempre più marcato nei governi populisti: questo fattore deve diventare un punto di forza nella capacità di aggregazione dei sentimenti anti populisti, ma da solo non è sufficiente per un contrasto efficace ed efficiente se non è unito ad un miglioramento delle condizioni di vita diffuse, sia praticamente che a livello percettivo dei ceti sociali che hanno abbracciato il populismo. Proprio per questo la politica di Biden dovrà essere caratterizzata da riforme in grado di interrompere il gradimento verso Trump, che ha comunque preso 70 milioni di voti, e, nel contempo, di influenzare i programmi politici degli altri leader mondiali. La sfida la populismo è soltanto iniziata.